La Ley del Impuesto sobre la Renta (Ley del ISR) establece que las personas morales deben pagar una tasa impositiva fija sin importar sus ingresos. Mientras que a las personas físicas se les aplican tarifas diferenciadas dependiendo de sus ingresos.
Debido que la inflación acumulada en los últimos años supera 10 por ciento, en 2021 se ajustarán las cuotas del Impuesto Sobre la Renta (ISR) que se aplican a las personas físicas y eso implica que la retención del gravamen será menor, esto favorecerá más a las personas que están en la tabla con los salarios más bajos, pero que es la mayoría de la fuerza laboral formal.
La última actualización se hizo en 2017 y de 2018 a 2020 la inflación acumulada ya rebasa 10 por ciento, por lo que las cantidades de deducción de ISR se tienen que actualizar. No obstante, la tasa de ISR varía de acuerdo con el nivel de ingresos y el mayor beneficio se verá en los renglones con menores niveles de sueldos, aunque habrá un efecto en la tabla completa. Puntualizó que una persona que gana alrededor de 15 mil pesos paga una tasa de ISR de 21 por ciento, por lo que, del grupo de 15 mil pesos mensuales hacia abajo, será el que tenga la mayor parte del beneficio. Sin embargo, se tiene que tomar en cuenta que con la inflación se está perdiendo poder adquisitivo, lo que quiere decir que las personas pueden comprar menos cosas, con la misma cantidad de dinero que podían hacerlo antes.
La actualización de la tarifa de ISR no implica aumento ni modificación de la tasa máxima vigente para personas físicas que es de 35 por ciento. La próxima actualización para las cuotas se hará en los años siguientes, cuando la inflación vuelva a superar 10 por ciento. “Este evento no forma parte de una especie de paquete de medidas, es simplemente que se tiene que aplicar automáticamente porque está en la ley, a menos que un día cambie la ley, pero no es algo novedoso”.